En el mundo moderno se habla con frecuencia del liderazgo, siendo una cualidad altamente solicitada incluso más allá del ámbito laboral, se busca también en estudiantes y miembros activos de una comunidad. A pesar de ser una palabra tan repetida y cotizada, hay aspectos que no siempre tomamos en cuenta, pues implica mucho más de lo que pensamos.
Es hora de hablar de un grupo que históricamente ha sido olvidado, rechazado y vulnerado: las mujeres; específicamente, sobre las mujeres en puestos de liderazgo. Es innegable el hecho de que, en la actualidad, es más común ver a una mujer en un puesto de liderazgo; sin embargo, la brecha sigue siendo considerablemente grande. De acuerdo con el Global Gender Gap Report, a partir de la llegada del coronavirus, el porcentaje de mujeres ocupando estos puestos se frenó globalmente en el 32%; una cifra que aún está lejos de llegar a la mitad, si es que buscamos un 50/50.
Tras este contexto, es fundamental traer a la mesa la palabra “lideresa”, que más allá de un término, se vuelve una representación del rechazo que han tenido las mujeres en el mundo del liderazgo. Hay quienes ignoran incluso la existencia de esta palabra, pues se piensa que el masculino genérico “líder” es suficiente para abarcar y considerar a todas las personas; pero ¿cómo hubiera sido nuestra vida si desde pequeñas hubiéramos escuchado la terminología correcta? Tal vez las cosas hubieran sido diferentes si en lugar de ser la “niña mandona”, nos hubieran llamado “la lideresa”.
A partir de esto se recalca la importancia de crear espacios de escucha, validación y reconocimiento para mujeres y niñas, en donde se promuevan la sororidad y empatía hacia los diferentes contextos y las historias de cada una. Tampoco se da por sentado la lucha y el avance que hemos tenido a través de los años, el cual nos ha permitido escribir una historia cada vez más justa para nosotras y nos ha motivado a generar un cambio para las futuras generaciones; esto gracias a la valentía y el coraje de miles de lideresas. Una palabra puede tener un significado lleno de grandeza e historia.
Nombrar, es visibilizar.